TEATRO LITERARIO

No os imagináis que actividad más divertida hicimos el otro día ¡Un Teatro! Nos disfrazamos cada una de una cosa y representamos una historia creada por nosotras. ¿Queréis saber como se llama? Atentos para no perderos nada. 

LA PRINCESA QUE NO QUERÍA SER PRINCESA

Había una vez, una niña muy bonita que tenía el pelo rubio, los ojos azules y una carita adorable que era el deleite de todos los que la conocían. La niña siempre vestía de rosa, pero eso no parecía gustarle. 

Ella soñaba con salir de palacio y ser una niña normal, saltar en los charcos, mancharse de barro y jugar con los niños del pueblo que veía tras su ventana. Rosaura era una niña muy especial, pero mejor que contarlo, os o voy a demostrar:

(Rosaura está frente al espejo feliz mientras suena la canción “Pongamos que hablo de Madrid” de fondo, con su equipación de rugby cuando la madre la llama para cenar)

• MADRE: ¡Rosaura baja a cenar!
• ROSAURA: Voy mamá 

(Inmediatamente, se quita todo, se pone el pijama y baja a cenar)

Ya en la mesa, el padre le dice:

• PADRE: Hija, ¿Qué estabas haciendo? Sabes que a mamá no le gusta esperar.

(Rosaura sin rechistar empieza a comer cuando la madre se percata de algo extraño)

• MADRE: Rosaura, ¿qué tienes en la cara?

Inmediatamente prueba a quitárselo pero, cuando nota que es pintura le dice enfadada:

• MADRE: ¿Ya has estado otra vez jugando con la ropa de tu hermano? ¿Cuántas veces tengo que decirte que las princesas no pueden jugar al rugby?

Rosaura muy triste, le levanta de ella mesa y corre a su cuarto a llorar.

A la mañana siguiente la mamá llama a su puerta:

• MADRE: Rosaura, ¿estás bien? El desayuno está servido, ¿puedes a bajar?

La madre preocupada, baja lentamente las escaleras pensando en su hija hacia el comedor, donde estaba su marido desayunando.

• MADRE: Paco, noto a la niña rara, estoy preocupada. 
• PADRE: Déjala, ya se le pasará
• MADRE: Me recuerda a mi cuando era joven. ¿Te acuerdas cuando pasaste con el carruaje delante de la granja de mis abuelos, que estaba de barro hasta arriba?
• PADRE: Cómo no me voy a acordar, si aún así estabas preciosa. Y quien me lo iba a decir, casado con una granjera. 

Al rato, la madre, vuelve a llamar a la puerta de la habitación de Rosaura. 

• MADRE: Hija, puedo pasar, quiero que hablemos. Vengo en son de paz, lo prometo. 

(Rosaura, con cuidado, abre un poco la puerta y saca la cabeza y tímidamente la invita a pasar)

• ROSAURA: Mamá, perdona mi comportamiento, no volverá a pasar. 
• MADRE: No cariño, perdóname a mí. No he sabido escucharte. No me importa como quieras ser o como quieras vestir. Yo te quiero así. Mañana mismo vamos a apuntarte a rugby. 

Madre e hija se fundieron en un tierno abrazo. FIN

Después de una semana de ensayos, de preparar materiales y disfraces, llegó el día de representarlo delante de toda nuestra clase. Contaros que fue todo un éxito ¡Les encantó! Aquí os dejamos unas cuantas fotos para que veáis lo guapas que íbamos.